A los Registros Akáshicos se les conoce también como: Libro de la Vida, Libro del Alma, Libro de los Recuerdos, Crónica Ákasha, Anales Akáshicos, Fuente de los Decretos, Memoria del Mundo, Memoria de la Mente Universal, La Eterna Tabla, Archivos Cósmicos de Creación o Libro del Tiempo.
Se hace referencia a los Registros en prácticamente todas las enseñanzas espirituales y religiosas. Su información se encuentra en las tradiciones de los pueblos más antiguos, remontándose hasta los semitas. La encontramos en los pueblos árabes, asirios, fenicios, babilonios y hebreos. Existía la creencia de que había una clase de tabletas celestiales que contenían la historia de la humanidad y que era una forma de información espiritual.
En la antigüedad el acceso a los Registros estaba restringido a unos pocos iniciados, las clases sacerdotales de las diferentes culturas, con el fin de ayudar en el proceso evolutivo del ser humano. Se consultaba en templos sagrados a través de sacerdotes o sacerdotisas.
En nuestro tiempo, un tiempo de transformación y conocimiento, los Registros Akashicos se abren a todos, están disponibles para toda la humanidad con el fin de favorecer su proceso evolutivo. Para poder explicar lo que son, decimos metafóricamente, que es un libro donde todo está registrado. Es una sustancia energética que todo lo impregna – éter - y que tiene registrada toda la experiencia de la vida. Una frecuencia vibracional a cuya energía es posible acceder para obtener aquella información que nos servirá en nuestro camino.
Los Registros Akáshicos son una base de información ilimitada, que contiene absolutamente todo desde el principio de los tiempos, desde el principio de la vida y de toda Vida. Es el conocimiento pasado, presente y posibilidades de futuro de todas las cosas. Siendo así, también contienen por supuesto toda la información sobre nuestras vidas: cada palabra, cada pensamiento, cada emoción, cada acción de cada uno de nosotros a lo largo del tiempo. Contiene todas las posibilidades de nuestro desarrollo futuro, virtudes, misiones y dones. En los Registros AkÁshicos se guarda toda la información kármica, la información que tiene que ver con las experiencias del espíritu, los aciertos y errores que tienen que equilibrarse a través de las encarnaciones.
Los Registros Akáshicos contienen el conocimiento presente y pasado, las experiencias y expresiones del recorrido del Alma, desde su inicio hacia adelante, así como todas las posibilidades de su futuro desarrollo. Hacen alusión a los recuerdos de nuestra alma, recuerdos que han sido guardados a través de todas las vidas que hemos atravesado. Está todo el historial de los procesos por los que ha pasado el alma y que la han llevado a niveles cada vez más elevados de consciencia, así como las pruebas a las que ha sido sometida.
Acceder a los Registros Akáshicos supone tener información de todo el conocimiento de todas las cosas, desde las más cercanas a las más remotas o lejanas. Desde nuestra propia vida hasta el origen del Universo. Desde obtener respuestas al porqué nos suceden determinados acontecimientos en nuestra vida actual a cualquier acontecimiento de vidas pasadas. Una lectura de Registros consiste en abrir el Registro del alma, permitiendo que llegue la información necesaria para nuestro progreso, avance y evolución. Al acceder a los Registros, el consultante, a través del lector, obtiene la información que su Alma necesita comunicarle a la personalidad, por lo general atascada en el velo de la realidad, para que pueda evolucionar de acuerdo al Plan elegido por el Ser encarnado.
La información específica que concierne a vidas pasadas puede o no ser relevante. Lo realmente valioso, es en la guía, la orientación que se recibe para elaborar y trabajar mejor los patrones que están presentes en esta vida, las oportunidades para crecer y la dirección más apropiada a tomar en este momento. Hacerse una lectura de Registro Akáshico implica tomar conocimiento de todas aquellas experiencias que pueden servirnos para desarrollarnos en el aquí y ahora, tomar contacto quizás con lo que eventualmente pudiéramos no estar haciendo para evolucionar y así poder corregirnos. Es una oportunidad única de reorientar nuestra vida hacia su verdadero camino, alivianando el karma que quizás no nos permite avanzar.
A través de los Registros Akáshicos se puede leer, como en un libro abierto, la totalidad de nuestras vidas: pasado, presente y futuro. Todo coexistiendo en un mismo plano y abarcando todos nuestros pensamientos, emociones, aprendizaje, luz y sombra. A través de su lectura, llegamos a conocernos más. Intentamos ver cuáles son los patrones de comportamiento que nos hacen sentir separados de nuestra esencia. Podemos ver cuando empezaron esos síntomas de separación y podemos descubrir cómo quizás nos llegaron patrones erróneos a través de nuestro entorno y personas más cercanas, convirtiéndolos en nuestros y dificultando el fluir desde nuestra propia esencia para percibir y vivir la realidad. Una vez descubierto el origen, nuestros verdaderos sentimientos y pensamientos se abren paso hacia la vida que nos rodea.
Es difícil lograr un cambio cuando no nos conocemos. Por eso es importante tener información sobre las acciones y hechos pasados, pues todos tenemos patrones de comportamiento que se repetirán si no tenemos conocimiento de ello. Una vez que sabemos de dónde viene un determinado patrón, podemos cambiar nuestra respuesta ante una situación y vivirla de forma diferente. Trabajar con los Registros es mirar profundamente en nuestro interior para liberar, sanar, comprender y amar, pues contienen la historia de cada chispa divina, que es nuestra alma desde el principio de los tiempos. Todos tenemos la capacidad de conectar con los Registros Akáshicos. Todo el conocimiento está ahí para servirnos en nuestro camino evolutivo.