Muchas veces sufrimos dificultades en varias áreas de nuestras vidas y buscamos las causas en el ambiente en que actuamos pero no logramos un cambio positivo. Muchos comportamientos no son explicables en el momento actual de la persona ya que se remontan a acontecimientos vividos por generaciones familiares anteriores. Lo que está suprimido en la familia no desaparece, flota alrededor del sistema esperando una oportunidad para emerger.
Puede tratarse de sentimientos no expresados, personas que han sido excluidas del sistema, viejas culpas que nos anclan en el pasado. En cada sistema hay órdenes y principios que afectan el fluir del amor. Cuando estos órdenes no son atendidos trae consecuencias para uno mismo, para los hijos y para las futuras generaciones. Mediante la constelación las relaciones ocultas vuelven a la vida y se hacen visibles poniendo en evidencia el profundo poder de conexión que cada persona tiene con sus antepasados. Si no tengo claro el lugar que ocupo en la familia de origen, se produce un desorden en el resto de los ámbitos de la persona. Se puede comparar una Constelación con ciertos desiertos: en la superficie parecen secos y calientes, donde no crecen más que cactus y pinches, pero si cavamos en busca de agua y la encontramos, esta fluye fácilmente hacia la superficie. Aunque al principio la tierra se sigue viendo estéril y seca si observamos con detenimiento podemos comenzar a percibir semillas por todo su alrededor, que con la ayuda del agua comenzarán a abrirse a la vida.
Una constelación se hace generalmente a nivel grupal, (aunque puede hacerse también a nivel individual), en ellas, cada uno de los participantes se presenta expresando brevemente su estado actual, sentimientos y dificultades particulares. El participante que así lo desee y que se sienta en la necesidad de resolver algún aspecto importante de su vida, plantea en pocas palabras el objetivo del trabajo a realizar.
El guía del grupo o terapeuta entrenado, hará algunas preguntas pertinentes que le permitirán detectar aspectos y puntos importantes que serán la base para conducir el trabajo.
De acuerdo a cada caso particular, el terapeuta le pedirá al cliente interesado que elija entre los participantes a las personas que han de representar a los miembros de su familia o sistema que estarán involucrados en el ejercicio a realizar. Se le pide entonces al cliente que intuitivamente ubique espacialmente y en relación a los representantes dentro del círculo de participantes y que se retire a observar. Acto seguido, se le pide a los representantes que permaneciendo en el lugar donde han sido puestos, tomen una actitud relajada imaginen a las personas a las que representan. Los representantes conectan con el inconsciente colectivo de la persona que están constelando y comienzan a aparecer en ellos distintas emociones e impulsos relacionados con las personas a las que representan. Esta información, permite al paciente ver un retrato de su situación y le aporta además información nueva que le ayuda a comprender y sanar desde una perspectiva más amplia la situación que pueda estarle afectando. Así mismo le da al terapeuta la información necesaria para apoyar a su cliente acompañándolo a encontrar la solución óptima posible para cada caso. Esta intervención busca abrir nuevas puertas de comprensión y desatar los posibles nudos existentes en los sistemas relacionales, con el fin de restablecer el orden y el flujo de la energía en los mismos.
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